El ausentismo crónico temprano se define como faltar más del 10% de los días del año escolar, es decir tener una asistencia bajo 90%, lo que puede tener un severo impacto a futuro. Conoce cómo en el Liceo Industrial Ramón Barros Luco abordaron este problema y lograron la asistencia promedio más alta de los colegios de nuestra plataforma, con un 95,2%.
Tener una asistencia menor al 90% puede tener consecuencias muy negativas en el desempeño de los estudiantes, es un problema que no debe ser tomado a la ligera. Los resultados de un estudio realizado en Chile por la Fundación Oportunidad muestran que en pre-escolar, más de un 66% de los alumnos sufren de ausentismo crónico.
Los principales efectos del ausentismo en la primera infancia, se asocian con peores resultados en matemática y lenguaje en 1ero y 5to básico, pero además con problemas de autoestima y sociabilización, que pueden relacionarse también con efectos a largo plazo, como deserción escolar y fracaso académico, entre otros.
Fundación Oportunidad, 2015.
Fuimos a conocer el caso del Liceo Industrial Ramón Barros Luco, donde el año 2017 tenían 130 casos de ausentismo crónico. A pesar de que el promedio de la asistencia total del liceo era de un 92%, mirando más de cerca, se dieron cuenta de que eran muchos los alumnos que tenían menos de un 85% de asistencia (mínimo exigido por el Ministerio de Educación). Nos recibió su directora Iris del Carmen Verdugo, quien luego de leer el estudio de la Fundación Oportunidad se tomó como una tarea personal el mejorar la asistencia en el colegio.
Conversamos con ella para saber cómo lograron mejorar la asistencia con tan buenos resultados.
1. Crear una cultura de asistencia
Lo primero que destaca Iris, es crear una cultura en torno a la importancia de la asistencia, que tanto profesores como alumnos entiendan el impacto negativo que puede tener a corto y largo plazo el faltar a clases. A corto plazo, la inasistencia trae problemas de sociabilización a los estudiantes; no se relacionan adecuadamente con sus compañeros y no son considerados a la hora de trabajar en equipo. Además, el alumno que se atrasa, hace que su profesor tenga que recapitular los contenidos, atrasando a sus demás compañeros y enfrenta las evaluaciones en condición de desventaja.
2. Ser constantes
La segunda clave para manejar la asistencia según Iris, es la constancia. “Hemos sido muy constantes con el tema de la asistencia, no es una actividad aislada. Mensualmente, o a veces cada 15 días, revisamos las evoluciones de las cifras.” La directora destacó que al revisar los reportes de Kimche, inmediatamente se daba cuenta de dónde estaba el problema gracias a que son muy visuales.
Por ejemplo, notó que el IVºA tenía una asistencia notoriamente más baja los martes. Al investigar qué sucedía los martes que causaba esta alza en la inasistencia, pudo detectar un problema que había a nivel de curso con un ramo en particular, y trabajar al respecto. En otra situación, notó que el IºA faltaba mucho los jueves. Resultó ser que era un día académicamente muy “pesado”, por lo que tuvieron consideraciones al respecto al armar el próximo horario.
Por otro lado, Iris nos dijo que revisar constantemente la asistencia permite detectar no solo los riesgos de repetir por inasistencia, si no que se levanta información adicional importante que hay por detrás. Niños con depresión, enfermedades, y problemas familiares entre otros. A veces, los apoderados ni siquiera saben que sus hijos no llegan al colegio, por lo que si desde el colegio no se detecta su conducta de inasistencia, existe la posibilidad de que nadie la note.
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3. Destacar lo positivo
Tercer factor importante según Iris, es no sólo poner el foco en los alumnos con baja asistencia, sino también destacar y felicitar a los alumnos con buena asistencia (sobre 97% se considera destacado). En la ceremonia del aniversario del Liceo Industrial Ramón Barros Luco, con los apoderados presentes, premiaron con un diploma a todos los alumnos con asistencia 100%, que eran más de 150 (de un total de 760 estudiantes). En otra oportunidad les mandaron una carta a todos los alumnos con asistencia destacada, donde los reconocían a ellos por su responsabilidad, dedicación y compromiso, y a sus familias por brindarles el apoyo necesario.
4. Comunicarse con los apoderados
En cuarto lugar, es muy importante la comunicación con los apoderados. “Le pedimos ayuda a los profesores jefes, que en su hora semanal de atención de apoderados se centraran en llamar a los apoderados de estos niños que faltaban” nos contó Iris. Tal como se dijo antes, es bueno comunicarse tanto con los apoderados de los alumnos con asistencia destacada como con los que están en riesgo de repetir por inasistencia o que presentan ausentismo crónico, y que puedan entender ellos también la importancia de la asistencia.
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5. Establecer metas concretas
Por último, un factor que determinó el alto porcentaje de asistencia de Liceo Industrial Barros Luco, fue el ponerse metas concretas tanto a nivel de colegio como por alumno. Teniendo una asistencia de 92%, se propusieron subirla a 94%, y lograron un 95,2%. Esto lo lograron mediante cartas de compromiso con los alumnos, en las que se establecía que si bien el ministerio pide un 85% mínimo, faltar a más de un 10% del año escolar ya suponía un riesgo en varios sentidos, por lo que los alumnos debían comprometerse a cumplir con al menos un 92% de asistencia.
¡Muchas gracias a Iris por sus consejos, y felicitaciones a todo el Liceo Industrial Ramón Barros Luco por sus excelentes resultados en asistencia!
Lo más importantes es crearles a estos niños una cultura de asistencia, que bien claro lo tenemos como misión. Los estamos preparando para ir al mundo laboral, es una muy buena práctica que ellos entiendan desde ahora que la asistencia si importa, en el colegio y en el trabajo. Es una cultura que se tiene que desarrollar, que va a impactar para bien durante toda su vida.
Iris del Carmen Verdugo
