Cómo combatir el bullying entre profesores
El bullying entre profesores existe, es más, estudios confirman que la docencia es una de las profesiones donde más ocurren estas malas prácticas, te damos algunos consejos para enfrentarlas y erradicarlas.
A pesar de que el término bullying fue acuñado en los ’70 originalmente para definir situaciones de acoso y violencia entre niños y jóvenes en espacios escolares, el matonaje, acoso u hostigamiento se puede dar no solo entre menores, sino también entre adultos y, en este caso, colegas y profesores.
Según una ficha oficial del Mineduc escrita por el psicólogo e investigador Christian Berger, el fenómeno bullying se define como una relación de abuso entre pares que contiene al menos otros tres elementos clave para identificarlo:
- Implica una situación de desequilibrio de poder.
- Es sostenido en el tiempo y constituye una relación (no es un caso aislado).
- La víctima o víctimas no encuentra formas de salir de la situación de acoso.
No es solo cosa de niños
Si trabajas en un colegio, es probable que hayas sido testigo o víctima de una situación de bullying. Según un artículo de Blackboard Talk:
Entre un 24 % a un 46 % de los maestros encuestados admitió ser intimidado y acosado en algún punto de su carrera. Además, un 89 % de los maestros admitieron haber visto hostigamiento por parte del personal de la escuela.
Blackboard Talk
Los “cahuines” y la formación de “grupos” entre los cuerpos docentes pueden terminar amedrentando a profesores, provocando despidos injustificados cuando el abuso es de tipo “top-down” -alguien con un cargo administrativo mayor que el acosado-, o bien, en la renuncia de la víctima.
Asimismo, estas acciones maliciosas se pueden dar de diversas formas:
- Acoso psicológico: exclusión, palabras hirientes, ignorar a la otra persona, o utilizar técnicas pasivo-agresivas.
- Acoso verbal: esparcir rumores, insultar, acusaciones falsas, e intercambio de información confidencial.
- Intimidación física: empujar, golpear, hacer a otro tropezar, entre otros tipos de acoso físico.
- Cyberbullying: difamación en línea, por ejemplo, vía chats de WhatsApp.
Combatirlo de menos a más
Ser criticado constantemente es muy estresante y puede llegar a afectar gravemente la confianza que tiene en sí misma la persona afectada. Y, a pesar de que todos los involucrados son adultos, las víctimas de bullying generalmente terminan aisladas y les resulta muy difícil pedir ayuda o verbalizar la situación que están viviendo.
¿Qué hacemos entonces? Bueno, se recomienda enfrentar a un “bully” o acosador con estrategias, en equipo y con la mente fría.
Aquí van algunos consejos:
1. No es tu culpa
Tu acosador solo quiere minimizarte y que te sientas amenazado, y eso, lamentablemente, está fuera de tu control. No creas que es tu culpa, nadie merece, ni debe aguantar malos tratos en su lugar de trabajo.
2. Trata de mantener la calma
Sabemos que esto puede sonar complicado, sobre todo porque los profesores ya están en un ambiente muy exigente que los obliga a dar todo de ellos para ayudar a los estudiantes. Sin embargo, lo mejor es no dejar que la situación se apodere de tu mente y termine afectando tu rendimiento profesional.
3. No “enganchar”
Uno de los objetivos principales de los “bullies” o acosadores es obtener poder y una reacción de parte de la víctima. Aunque resulte difícil no hay que caer.
4. Documenta todo
Lleva en un diario o cualquier tipo de registro tus incidentes con la persona que te está agrediendo. Es importante que cada suceso tenga detallado la fecha, dónde fue, quiénes estuvieron presentes y qué pasó exactamente. Esto te servirá como respaldo.
5. Enfréntalo directamente
La mayoría de los bullies no esperan ser confrontados. Si te sientes lo suficientemente seguro, hazlo. Puede ser junto a un compañero de confianza o solo. Lo importante es que detalles lo que sucedió en tu registro personal y recálcale que, si sus agresiones continúan, recurrirás a acciones formales con tus superiores.
6. Denuncia
Si lo anterior no fue suficiente, sigue el conducto regular de tu lugar de trabajo con respecto a acoso laboral y haz una queja formal. Puedes acercarte a Recursos Humanos o al sindicato de trabajadores, de haber uno.
Más allá de estos consejos, lo más importante es que intentes mantener tu profesionalismo y salud mental. El trabajo es eso, trabajo, y no es recomendable “llevar” estos incidentes a tu casa.
El acoso laboral no es un juego de niños. Si sientes que estos incidentes han afectado tu autoestima y tranquilidad al punto de desarrollar algún cuadro de estrés profundo, depresión y/o ansiedad, busca ayuda profesional y apóyate en tu círculo de confianza.