Relevancia
Después de analizar los resultados de las evaluaciones e implementar acciones en los cursos, es crucial hacer un seguimiento continuo para responder a preguntas como: ¿Están avanzando mis estudiantes? ¿Funciona lo que hemos planificado? ¿Se están alcanzando los objetivos de las clases? ¿Podemos seguir avanzando? Para esto, no es necesario esperar a una prueba formal; más bien, se debe recoger evidencia durante el desarrollo de las clases para realizar ajustes oportunos. La evaluación formativa es una herramienta clave para estos propósitos.
Vinculación con el DIA
En relación con el Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), los resultados del Informe de Resultados del curso permiten focalizar la planificación de la evaluación formativa en los aprendizajes que los estudiantes necesitan desarrollar más, basándose en sus resultados y retroalimentación sobre sus desempeños.
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Recomendación de acciones para conocer cómo avanzan los y las estudiantes clase a clase
A continuación, se presentan acciones recomendadas para el monitoreo del avance de los estudiantes, que los docentes pueden incorporar en sus experiencias cotidianas de clases, basándose en la información obtenida de los resultados de las pruebas y cuestionarios DIA:
Diseño de Evaluación Formativa: Incluir en la planificación actividades que se estructuren en torno a los tres procesos clave de la evaluación formativa: ¿Hacia dónde vamos?, ¿Dónde estamos? y ¿Cómo seguimos avanzando? (Mineduc, 2017).
Procesos | Acciones |
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Definir objetivos y criterios ¿Hacia dónde vamos? | Comunicar a los y las estudiantes en un lenguaje simple, qué se espera que aprendan en esa clase y cómo se darán cuenta de que lo han aprendido, es decir, qué serán capaces de hacer al finalizar la clase. Pedir que expliquen en sus propias palabras qué deben lograr en una clase en particular. Entregar y comentar ejemplos de desempeños, que reflejen el logro del objetivo de la clase. |
Levantar evidencia ¿Dónde estamos? | Hacer preguntas claves que sean coherentes con lo enseñado y apunten al objetivo de la clase, pero que a su vez sean desafiantes. Una característica de estas preguntas es que no deben responderse repitiendo lo mismo que ya se dijo. Pedir a sus estudiantes que se autoevalúen de acuerdo a criterios entregados según el objetivo de la clase. Utilizar estrategias de levantamiento de información como: rutinas de pensamiento, ticket de salida, errores frecuentes, entre otras, promoviendo que todos y todas puedan responder para evitar un panorama limitado de información que dificulte abordar la heterogeneidad del curso. Si eso no es posible, utilizar un sistema de participación aleatorio. |
Retroalimentar ¿Cómo seguimos avanzando? | Focalizar la retroalimentación en aquello que es más importante y que apunta directamente al logro del objetivo de la clase. Recuerde que no se puede retroalimentar todo. Utilizar descripciones en la retroalimentación, explicando en qué se observa lo logrado y qué es lo que falta por mejorar. Entregar sugerencias o pistas que ayuden al o la estudiante, pero no resolver el problema en su lugar. Enseñar a entregar retroalimentación a los demás, de modo que el docente no sea la única persona que pueda darla. Detectar patrones de respuesta comunes y entregar retroalimentación grupal. |
Estas acciones están diseñadas para ayudar a los docentes a realizar un seguimiento efectivo del progreso de sus estudiantes y a ajustar su enseñanza de manera continua, asegurando que el proceso educativo sea lo más efectivo y enriquecedor posible.
Algunos ejemplos de estrategias que se pueden usar para recoger evidencia
Fuente: Orientaciones Pedagógicas Área Académica – Agencia de Calidad de la Educación