El propósito educativo y el uso del análisis de datos en contextos vulnerables
En Kimche sabemos que el propósito educativo es la base imprescindible para accionar. No sólo es fundamental y el primer paso del método para comenzar a utilizar el análisis de datos, sino también para cualquier plan que se quiera implementar en la institución. Por esta razón es que consideramos necesario abordar el tema desde los mismos colegios y sus experiencias en la construcción del proyecto educativo.
Para ello, hablamos con Octavio Lizama, director del colegio Betterland School. En esta entrevista revisamos las dificultades que han enfrentado las comunidades educativas los últimos años, pero sobre todo por las experiencias positivas que han permitido a Betterland School tomar las decisiones necesarias para crecer como comunidad educativa.
Liderar con convicción
Octavio Lizama llegó a Betterland School a principios de 2020. El desafío era grande, al ser un colegio con 91% de vulnerabilidad. Empero, a dos semanas de asumir la dirección del establecimiento, se desató la pandemia de Covid-19 y con ello aparecieron muchos desafíos más, que como comunidad educativa han sorteado con voluntad y convicción.
“Quiero que nuestros estudiantes tengan una mejor vida, más oportunidades, libertad de elegir y las herramientas para lograrlo. Así nos acercaremos a ser un Chile más democrático, justo y próspero”, comenta Octavio, y añade que esa convicción es muy relevante en el momento económico y sociopolítico en el que nos encontramos como país. En este contexto es que busca “ofrecer educación a aquellos niños que han sido postergados sistemáticamente a través del tiempo”, dice el director.
La construcción de un Proyecto Educativo Institucional (PEI) en tiempos de crisis
A fines de 2021, cuenta Octavio, pudieron recién comenzar a conversar más en profundidad sobre el proyecto educativo institucional, debido a las urgencias que tuvieron que ir resolviendo en las cuarentenas y luego en el retorno híbrido y finalmente presencial. Uno de los giros fundamentales en el proyecto fue incluir una mirada diferente en torno al ingreso y egreso de sus estudiantes a la educación superior. Asimismo, pensaron en planes para equilibrar “lo académico” y “lo socioemocional”, poniendo énfasis en las habilidades blandas de las y los alumnos.
“Si no trabajas con fuerza ambas cosas desde el principio, será muy difícil que tus estudiantes no solamente logren el ingreso, sino el egreso. Por eso es tan importante esa mirada integral sobre la educación, expresada en esa meta de propósito de fondo, comenta Octavio Lizama.
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Sobre el Proyecto Educativo Institucional (PEI)
- 1. ¿Has notado cambios en el establecimiento desde que comenzaron esas conversaciones sobre el Proyecto Educativo?
Creo que hoy estamos en una posición distinta de la que estábamos hace un año. Gran parte de la comunidad está muy alineada con la visión que tenemos de fondo y con los cambios que seguimos tratando de implementar, a pesar de todas las zancadillas que nos pega el destino. Este año todo el primer semestre hemos hecho un tremendo trabajo de apoyo a la convivencia escolar y la socioemocionalidad de nuestros niños y de toda la comunidad, incluyendo a nuestros apoderados y funcionarios.
- 2. En cuanto a la estructuración del propósito educativo, ¿qué acciones has visto, en la comunidad, que motiven la participación y elaboración de éste?
Justo ahora, en el tercer trimestre, se nos vence el PEI antiguo, así que empezamos el proceso de incorporación más participativo. Pero lo que hice para dar forma a esta transición de visión que teníamos, fue incorporar a aquellos actores críticos de la comunidad dentro del establecimiento, y conversar con ellos, en profundidad, el problema en el que estábamos.
Teníamos la idea de que la manera correcta de ser colegio era que los niños estuvieran bien y que se sintieran queridos- lo que me parece que es bueno, pero insuficiente-. Cuando mirábamos las diferentes acciones y esfuerzos que estaban poniéndose dentro del colegio, no iban convergiendo hacia acciones comunes. Y esas acciones no estaban claras ni eran concretas.
Como yo sabía que esto implicaba un cambio de creencias en la comunidad, trabajé primero con un equipo reducido de gente que pudiera tolerar la frustración de estar en un año muy difícil conversando temas de fondo, y que tuvieran visiones distintas. En ese espacio encontramos los puntos medios que finalmente compartimos con el resto de la comunidad este año.
Lo principal que hemos sacado de esas conversaciones es que efectivamente somos un colegio que sí le importa el futuro de los estudiantes más allá de cuarto medio. Tenemos en nuestro punto fijo que los niños puedan ser felices, exitosos y un aporte a la comunidad, especialmente a esta comunidad donde viven.
Para eso hay acciones concretas: Empezamos a trabajar un nuevo plan de educación superior, que antes no existía. Este plan contempla no sólo dar orientación vocacional, sino que también establecer las redes necesarias. O sea, desde que los estudiantes sepan cuáles son las becas a las que pueden acceder, hasta asegurarnos que todos estén inscritos para la prueba PAES. Hoy tenemos el 100% de nuestros estudiantes inscritos. Así también, el plan contempla hacer actividades para que los niños en pre-kinder estén soñando qué quieren ser cuando sean grandes, se auto-conozcan y trabajen en eso.
Entonces el proyecto está enfocado en todo el proceso de autoconocimiento y cuáles son las herramientas que necesitan. El proceso académico tiene que ir de la mano con los procesos socioemocionales y las habilidades blandas. Cuando uno ve que hay claridad y que el impacto está sucediendo, la gente se convence mucho más.
Sobre los indicadores de gestión
- 3. Pensando específicamente en los indicadores de gestión (por ejemplo, asistencia escolar) ¿Cómo funciona la distribución de las responsabilidades según indicadores de gestión en Betterland School?
Hemos organizado las metas de cada uno de los equipos para que vayan aportando desde lugares distintos hacia lugares comunes. Por ejemplo, al PIE se le asignó la meta de cerrar las brechas de aprendizaje. Convivencia Escolar no solamente tiene que dedicarse a registrar la asistencia, sino que también trabajar en aspectos socio-emocionales. Así las personas cumplen diferentes roles y ha sido muy liberador para cada uno de los funcionarios de este colegio, primero, tener metas claras, segundo, poder ser evaluados por esas metas y, tercero, que esas metas tengan un propósito específico.
Aquí recuerdo la vieja historia del albañil que hacía una muralla: Llega alguien y le pregunta qué hace, a lo que él responde “estoy poniendo un ladrillo”. Luego hay otro albañil y a la misma pregunta él responde “estoy haciendo una muralla”. Pero el tercer albañil responde “yo estoy ayudando a construir el Taj Mahal”. Los tres hacían la misma acción, pero tenían una conceptualización diferente de cuál era el impacto de su trabajo. En conclusión, que cada persona, cada día, sepa de qué manera está colaborando para el futuro de los niños, es fundamental.
En cuanto a la trayectoria educativa o permanencia hay otras cosas básicas: que los niños vengan, que no repitan, que no deserten. No me interesa hablar de metacognición, creatividad o educación cívica si los niños están desertando, repitiendo mucho o no están viniendo, que es el problema que estamos teniendo hoy en día a nivel nacional. Esos son los factores mínimos que permiten que las siguientes metas se puedan cumplir.
Luego, en las siguientes metas, tenemos: habilidades blandas y conocimiento. Trabajamos con encuestas y también con pruebas estandarizadas para medir los conocimientos de los niños y niñas de primero a cuarto medio.
Además, con el tema del ausentismo crónico hemos trabajado muy duro. Tenemos facilidades para hablar de registro y análisis gracias a Kimche en gran parte, aunque por nuestra cuenta también somos bien rigurosos. Trimestralmente hacemos trabajo profundo de análisis de datos y tenemos al día toda nuestra información. Sabemos que los viernes son los días que falta más gente y los lunes en segundo lugar. Competimos con nuestros propios registros históricos, tenemos metas por profesor jefe, por sede, y análisis de los estudiantes crónicos, que en este momento son un 45% de nuestra población.
A su vez estamos trabajando con la Fundación Presente, que nos ha acercado a una mirada complementaria, sobre el sentido de pertenencia. Básicamente cómo hacemos de este espacio un lugar donde los niños quieran venir y desarrollen un vínculo. Eso es super difícil de incorporar en las prácticas habituales. Es fácil hacer un concurso y regalarle algo al curso con mejor asistencia, pero no funciona a largo plazo.
Así que ahora estamos desarrollando un plan de pertenencia muy lindo que está dando fuerza a eso. También estamos saliendo de un plan de asistencia robusto que se va a echar a andar el próximo año. Son trabajos específicos para cuando los niños están en distintos niveles de asistencia: entre 80% y 90%, 90% y 100%, etcétera, pues son acciones completamente distintas para cada uno.
Sobre la experiencia con Kimche y el Análisis de Datos
- 4. ¿En qué momento entra Kimche a Betterland School? ¿Cómo ha sido la experiencia del uso y análisis de datos en gestión escolar?
Trabajamos con Kimche desde inicios de 2021. Me convencieron rápidamente, porque me gustó mucho lo que escuché. Lo que más admiro de Kimche es la capacidad de aprender rápidamente de los errores que comete sobre las necesidades que tienen las diferentes comunidades.
Kimche nos ha permitido responder preguntas rápidas, y dejar de destinar tiempo en los registros y el papeleo, para poner más tiempo en la acción. En los colegios es muy fácil estar hasta octubre o noviembre conversando sobre la planificación y dedicar sólo diciembre para intervenir, pero Kimche nos ayuda a optimizar el tiempo para la implementación.
Por otro lado, creo que no hay nada más gratificante para alguien que está doscientos días con niños, ver si están aprendiendo o no, y si estás realmente haciendo un impacto. Es tan fácil que esta rueda de vueltas y que nunca sepas si lo estás logrando. Y creo que estos indicadores son muy potentes para desarrollar la autoeficacia en las personas que trabajan en la organización. Desde el principio pudimos, a través de los datos y la evidencia, definir cuáles eran las brechas más importantes y en qué poner énfasis.
Además es un lenguaje y una plataforma común, entonces no tenemos que inventar conceptos ni hay errores de digitación. Siendo director hay que tomar decisiones rápidas a veces, donde los apoderados te ponen contra la pared. Por ejemplo, solicitando la asistencia de su hijo al día ahora ya. Antes eso era un desastre, pero ahora con un click llegas rápidamente.
Entonces, te saca de los momentos de crisis, pero sobre todo te ayuda con los procesos de largo plazo, alivianando la capacidad de los equipos. A veces las personas no se dan cuenta del tiempo que ahorró, pero yo sí lo noto.
Algunas recomendaciones para otros colegios sobre el proyecto educativo y el análisis de datos
- 5. Por último, ¿Qué recomendaciones le darías a otros colegios que están en proceso de construir su proyecto educativo?
Los colegios muchas veces sufrimos algo llamado Vision Drift. Sin una visión clara, concreta y realizable, que sea compartida y alineada por cada uno de los funcionarios, todos los esfuerzos tendrán una dosis de ruido, serán dispares y divergentes. Así será imposible lograr los impactos que queremos en nuestros estudiantes, especialmente después de la pandemia.
Para que eso no ocurra, el primer paso es generar una visión compartida, real y ambiciosa, que convoque a toda la comunidad y esté enraizada en ella, y no sea solamente un sueño del director. Es como un árbol que debe tener las raíces bien puestas pero las ramas bien arriba para que dé buenos frutos. Esa visión contextualizada le da demasiado poder a la organización, y desde ahí para adelante hay que ser muy concreto para dar los siguientes pasos.
Entonces, si logras tener esta visión y modelas para abajo, te das cuenta que al principio será difícil, pero que tus funcionarios logran visualizar lo que tienen que lograr y lo agradecen. No hay cosa más linda que ver el brillo de sus ojos cuando dicen “lo logré”. Entonces, hay que tener una visión basada en evidencias para poder empujar todos los sueños que tengan como organización.
En cuanto al uso de análisis de datos, creo que es fundamental. Yo creo que sin evidencia los procesos de mejora no existen. La evidencia es como un ancla que nos ayuda a tomar mejores decisiones para nuestros niños y a medir si lo estamos logrando o no. No hay que tenerle miedo a la evidencia, ni a las metas. Lo peor que puede pasar es que no logremos las cosas en la primera instancia, pero sin eso le haremos un flaco favor a nuestros estudiantes.
Solemos llegar a diciembre a poner los pergaminos encima de la mesa, dándonos cuenta de que el estudiante no llegó vivo al final. El problema es que las autopsias no sirven en este casos, sino que queremos evitar llegar al fracaso. Por lo tanto el uso de evidencia tiene que ser rápido, pertinente y focalizado en la implementación, no eternamente en la reflexión y en el registro de datos eterno.
Si lo que quieres es mejorar y lograr la visión que te estás planteando, tienes que tener sistemas de datos que sean robustos. En ese sentido, tener herramientas que apoyen estos procesos de análisis de datos, como Kimche, es fundamental. Si no, uno persigue el dato, genera errores, y solamente un grupo selecto del colegio mira la evidencia, y no todos al mismo tiempo.