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Lecciones que aprendimos luego de las clases a distancia

Lecciones que aprendimos luego de las clases a distancia

Si bien cada vez más aumentan los establecimientos que vuelven a funcionar con sus actividades presenciales, incorporando en muchos casos el sistema híbrido, no podemos dejar de reflexionar cómo han sido estos dos años de clases a distancia 💻🤓.


¿Qué lecciones aprendimos con las clases virtuales? 🤔 Reflexionamos e hicimos una lista de conclusiones en torno a este tema. ¡Son varias las lecciones que sacamos! Revísalas en la siguiente nota 🔍.

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1. Adquirimos habilidades para usar un formato virtual que antes no manejábamos.

Lo que permitió acelerar un proceso de digitalización inevitable, tanto para profesores como para estudiantes. Probablemente si hubiésemos tenido que incluir estos aprendizajes como parte de una asignatura, el proceso hubiera sido bastante más lento.

2. Nos cuestionamos las reuniones de apoderados de carácter presencial.

Ya sabemos que es posible hacerlas a distancia cumpliendo con los mismos objetivos, sin necesidad de movilizarse innecesariamente. Lo mismo para la la citación de un apoderado en particular.

3. Aprendimos que no es necesario estar frente a la otra persona -físicamente- para enseñar o aprender.

Las clases se pueden desarrollar de igual manera en un formato virtual sin perder calidad en el contenido, tampoco en la forma de presentarlos.

4. Ahora sabemos que existen otros sistemas de evaluación y de gestión de los recursos del aprendizaje.

Hoy no solo es posible recurrir al material que uno está creando como profesor, sino que al contenido que están dispuestos en otros lugares. Por ejemplo, el contenido puede provenir de un Youtuber y la clase puede tratarse de poner a prueba ese contenido. Hoy la educación puede trascender el contenido para pasar a la habilidad.

5. Conocemos el valor de la presencialidad.

Podemos reconocer la importancia de estar juntos, de sentirnos físicamente y compartir el mismo espacio, generando vínculos más cercanos. Algunos contenidos se pueden revisar de manera asincrónica, pero para reflexionar en torno a otros es mejor el formato sincrónico.

6. Nos dimos cuenta de la brecha digital entre los establecimientos que tienen muchos recursos y los que no.

Los colegios con más recursos sin duda se manejan mucho mejor con las clases mixtas que aquellos que no cuentan con recursos para ello. En este tiempo se expuso desde la urgencia la gran desigualdad en acceso y manejo de tecnología según los niveles socioculturales.

7. Conocimos la vulnerabilidad de los niños y niñas que tienen trastornos del aprendizaje.

No es tarea fácil incluirlos en este contexto híbrido, por lo que los profesores tuvieron que crear estrategias dinámicas innovadoras.

8. Nos percatamos de la sobrecarga laboral de los profesores que cuentan con cursos de muchos alumnos.

En vez de tener tiempo para crear nuevos contenidos, la cantidad de trabajo les dificulta es tarea por lo que reúnen muchas veces el contenido de años anteriores para exponerlos en sus clases.

9. Y finalmente aprendimos que no basta solo con evaluar contenidos.

Hay profesores que se atrevieron a hacer evaluaciones diferentes según el contexto. Algunos profesores, por ejemplo, le pidieron a sus alumnos que se grabaran desarrollando un problema matemático en una pizarra. También se comenzó a valorar más la participación en clases.

¿Cómo puedo mejorar la gestión académica de mi establecimiento?

Equipo Kimche

Equipo Kimche