¿Por qué es importante conocer los aprendizajes de los estudiantes en tiempo real?
Se habla mucho de los resultados que nos trajeron estos dos años de confinamiento en relación al aprendizaje de niños y niñas con las clases virtuales. Incluso, durante la semana pasada quisimos reflexionar acerca de las lecciones que aprendimos luego de las clases a distancia y les compartimos una nota en nuestro Blog.
Para este nuevo artículo nos preguntamos: ¿Por qué conocemos los resultados sobre los aprendizajes de los estudiantes ya finalizando un segundo año de encierro? Y así… ¿Cómo vamos a mejorar la educación con resultados a destiempo?
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La semana pasada, La Tercera publicó una nota titulada: “Niños de 3 años que no hablan; niñas de 7 años que no saben leer: el devastador impacto del confinamiento y clases online en el lenguaje de los menores”. Lo anterior, a raíz de los resultados de diferentes estudios que demuestran que la crisis sanitaria con sus cuarentenas, la ausencia de las clases presenciales, sumado al estrés e incertidumbre, representaron una gran barrera para su óptimo desarrollo.
La noticia habla sobre una investigación que se realizó a nivel nacional. Ésta entregó algunos antecedentes al analizar el costo de la falta de presencialidad en niños y niñas preescolares vulnerables en 2020. Se detectaron preocupantes rezagos en vocabulario, desarrollo general y socioemocional importantes, al comparar con una población equivalente en 2017.
A raíz de esto datos, que además de relevantes son bastante preocupantes, nos preguntamos: ¿Cómo podemos mejorar la gestión académica a tiempo? ¿Cómo nos podemos dar cuenta inmediatamente cuál es la situación académica de los estudiantes para tomar decisiones? ¿Por qué es importante conocer los aprendizajes de los estudiantes en tiempo real?
Una vez que los alumnos rindieron las evaluaciones, los resultados del Simce y la PDT llegan de forma tardía luego de dos meses aproximadamente. De esa manera, es prácticamente imposible tomar decisiones en tiempo real con los resultados académicos. Es como un futbolista que llega tarde al partido, ya tiene tarjeta roja. Pero esto no le sucede a un médico, por ejemplo, él puede tener los resultados a tiempo para poder tomar decisiones en honor al tiempo. ¿Por qué no hacerlo en educación también? Sin duda sería de gran apoyo para la labor de un pedagogo.
Por eso los datos para mejorar la gestión académica de un establecimiento educacional es clave. Esto permite tomar decisiones a tiempo según los datos que estemos analizando a través de un Big Data, que prácticamente se encarga de capturar los datos, almacenarlos, intercambiarlos, analizarlos y visualizarlos. Tiene la capacidad de extraer información útil a partir de enormes flujos de datos.
Con el Libro de Clases Digital de Kimche es posible incorporar el currículum y declarar contenido a través de leccionario. Todos los profesores pueden hacerlo de forma simultánea. Y en el Big Data es posible observar la cobertura ejecutada, lo que el profesor impartió en el aula, ya que una cosa es el contenido visto en clases y otra muy diferente tiene que ver con el aprendizaje de los alumnos. Incluso, es posible revisar el porcentaje de alumnos que han captado los contenidos de los que no.
¿Tú ya habías oído hablar sobre el Big Data? ¿Sabías la importancia que tienen los datos hoy en día para la gestión de un establecimiento? ¿Crees que el cruce de datos es una buena herramienta para poder mejorar la educación tomando decisiones a tiempo sobre los aprendizajes de los alumnos?
