Relevancia
Promover un clima de aula positivo es esencial para el aprendizaje, considerando especialmente la dimensión socioemocional en la planificación y el trabajo cotidiano con los estudiantes. El aprendizaje académico y el desarrollo socioemocional están intrínsecamente ligados y se necesitan mutuamente para un desarrollo efectivo. La crisis sanitaria ha impactado significativamente en aspectos como el bienestar socioemocional, la motivación, el interés por las clases, la capacidad de concentración y las expectativas de los estudiantes, afectando el desarrollo de las clases. Por lo tanto, fomentar un ambiente de aula positivo es crucial para crear un contexto adecuado para el aprendizaje y el desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes.
Vinculación con el DIA
En relación con el Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), los datos del Informe de Resultados del Cuestionario Socioemocional proporcionan información detallada sobre aspectos clave para el desarrollo integral, como el involucramiento docente en el bienestar socioemocional y el sentido de pertenencia y acogida en el establecimiento. Identificar las fortalezas y aspectos clave de cada curso permitirá desarrollar acciones concretas para responder a sus necesidades.
Recomendación de acciones para promover un clima de aula positivo para el aprendizaje
A continuación, se presentan algunas acciones recomendadas para promover un clima de aula positivo:
- Promover emociones positivas:
- Esto puede incluir la creación de una lista de canciones tranquilas o relajantes elegidas por el curso para reproducirlas durante el trabajo independiente, incluir pausas activas en la clase para que los estudiantes se muevan y respiren conscientemente, y fomentar la escucha activa entre pares.
- Reforzar positivamente:
- Esto implica valorar la participación en actividades escolares, agradecer preguntas y comentarios que contribuyan al trabajo de clase, y transmitir el valor de escuchar instrucciones y hacer preguntas.
- Promover experiencias lúdicas:
- Utilizar plataformas tecnológicas con juegos para activar conceptos previos, proponer desafíos con límites de tiempo o restricciones, y alentar a los estudiantes a utilizar formas de expresión distintas a las tradicionales, como mímica, dibujo o escritura.
Estas acciones, adaptadas al contexto y necesidades específicas de los estudiantes, pueden contribuir significativamente a la creación de un ambiente de aula positivo y propicio para el aprendizaje.
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Fuente: Orientaciones Pedagógicas Área Académica – Agencia de Calidad de la Educación
