¿Les va mejor a los estudiantes que juegan videojuegos?
Hoy con el desarrollo de la Inteligencia Artificial 🤖 es posible predecir el desempeño académico y el nivel de aprendizaje de los estudiantes que rinden evaluaciones como el Simce.
Lee la columna de Hugo Navarrete, cofundador y Gerente de Tecnología de Kimche, que habla sobre cómo la convergencia entre la tecnología y la educación 💻🎓 ha sido un gran aporte para mejorar las trayectorias de los estudiantes.
Columna de opinión de Hugo Navarrete
Nací con un mouse y un teclado en las manos. Siempre me gustaron las consolas: el Nintendo y el GameBoy y recuerdo jugar StarCraft o juegos de Windows 95 desde que era chico. Y solo tenía 11 años cuando armé mi primer computador. Mi mamá no me lo iba a comprar, así que ahorré plata, me compré las piezas y lo armé según lo que iba averiguando en Internet. La verdad fue tan fácil como armar un Lego. Pero cuando ya tenía 13 años, decidí ahorrar para comprarme uno, así que junté como 200 lucas y lo compré.
Hugo (de pie) y sus hermanos.
Convergencia entre Tecnología y Educación
Algunas experiencias marcan la vida de las personas. En el colegio, un profesor curiosamente llamado Hugo fue el que me impulsó en el área científica. Me ayudó mucho a conocer mi propio potencial y por eso siempre supe que me gustaba la ingeniería, la matemática y las ciencias. El primer año de Universidad estudié Minería porque me gustaba la geología, y paralelamente hacía cursos de programación por Internet para saber cómo hacer un videojuego.
Un día una compañera me preguntó por qué no me cambiaba de carrera. No lo pensé tanto y lo hice al día siguiente en la misma Universidad Católica. Así fue que empecé a descubrir muchas áreas de la computación. Me llamaba mucho la atención la Inteligencia Artificial, como Netflix cuando te sugiere películas que te podrían gustar o cuando le hablas a Google: no solo te entiende, sino que también te responde.
En la Universidad intenté hacer lo mismo que mi profe del colegio: fui ayudante de Introducción a la Programación, de Programación Avanzada, entre otros ramos, con la intención de despertar los intereses de los alumnos, como una forma de ayudarlos con sus potenciales.
Me di cuenta que me encanta la docencia y soy un apasionado por la tecnología, porque su fin último es aportar a la sociedad solucionando problemas. Y felizmente en Kimche hemos logrado converger tecnología y educación, mezclando técnica con análisis de datos e Inteligencia Artificial. El 2017 ganamos varios premios con nuestro primer proyecto con una plataforma BI. Algo que no es tan innovador en otros rubros, sin embargo, sí para la educación. Ahí me encontré con una realidad educacional muy dejada de lado en relación al uso de tecnologías.
Hugo y su partner de siempre: su hermana Gabi.
El Simce y los algoritmos
Me puse a investigar más sobre los modelos de predicción de logro académico estudiantil cuando mi profesor Miguel Nussbaum me ofreció realizar la tesis del Magíster con él. El trabajo fue demasiado interesante porque nunca se había captado una realidad sin sesgos a partir de los resultados del Simce. Usamos técnicas de Machine Learning para poder predecir el desempeño académico y el nivel de aprendizaje de los estudiantes que rindieron la prueba de matemática. Incluimos un par de preguntas en la evaluación, lo que nos permitió llegar a nuevas preguntas de investigación.
Todos los años el Mineduc muestra cómo ha cambiado el puntaje por nivel socioeconómico y por género, información que ya conocemos, pero es distinto ver en qué otras cosas se fijan los algoritmos. Ya sabemos que el impacto del nivel socioeconómico influye fuertemente en relación a cuánto saben los alumnos. Puedes entrenar perfectamente esa variable y predecir muy bien cómo le va a ir a un estudiante en el Simce. Y por otro lado, no deja de llamar la atención que en el Simce de matemática sigue existiendo esa brecha donde a las niñas les va peor que a los niños. Los países más desarrollados ya no cuentan con esa diferencia, considerando que Chile es un país en vías de desarrollo. Seguimos atrasados en ese aspecto.
Factores como el tiempo que dedican los niños a jugar videojuegos, algunos alimenticios y otros de salud influyeron en la rendición de la prueba, sin considerar el estrato socioeconómico. Una de las conclusiones fue que los niños que juegan videojuegos por cierto rango de tiempo, les va mejor en la prueba de matemática. Y también los hábitos alimenticios son demasiado importantes, más de lo que uno creería. Los niños que tienen la noción de comer saludable, tomar agua y dormir más horas, les va mejor.
Hugo y su partner actual: su perrita Nala, Gerenta de Felicidad de Kimche.
Falta de innovación: divergencia entre la Tecnología y las Humanidades
La educación es un lugar abandonado por la innovación. Siempre se usan los mismos algoritmos, las formas más conocidas y de más fácil acceso. Las herramientas siempre llegan desfasadas no siendo un campo donde está la tecnología más vanguardista. Pareciera que no hay un intento de probar cosas nuevas, como en otros rubros donde se financia más la innovación para llegar a nuevos resultados. Falta gente que esté metida trabajando estos problemas solo desde el mundo de los datos.
Por otra parte, la mayoría de los papers que he leído hablan desde la psicología. Usé el texto de Susana Claro para la tesis, donde habla que la inteligencia no sería algo fijo, sino que es trabajable, por lo que se puede construir en el tiempo, lo cual tiene efectos importantes en el aprendizaje, más allá del estrato socioeconómico el estudiante. Y curiosamente esta información es de una revista de psicología, no de econometría. Este tipo de cosas se analizan desde un enfoque más humanista y creo que lo que falta es converger estos mundos: el de los datos, aprendizaje de máquinas, y por otro lado, el mundo de la psicología, de la sociología, de la pedagogía, etcétera, para poder llegar a soluciones mucho más concretas y efectivas.
Nala y Hugo, el equipo más compenetrado de Kimche.
Es interesante desde mi lado poder aportar exponiendo esta información, pero finalmente la Inteligencia Artificial no analizará qué es lo que hay que hacer para que a los niños y niñas les vaya mejor. Aquí todo el equipo que está detrás del colegio cumple un rol fundamental: los mismos pedagogos, psicólogos, trabajadores sociales, etcétera. Solo ellos podrán concluir por qué existen ciertas problemáticas con respecto a la educación en base al cruce de datos.
Estoy seguro que muchas herramientas han llegado para quedarse y es importante tener en cuenta que la tecnología no va a reemplazar a la educación. Esta solo tiene que apoyarse en ella para facilitar procesos y mejorarlos, para hacerlos más simples y de fácil acceso, y para tratar con los alumnos con mayor cercanía. Aún queda mucho por hacer pero vamos por buen camino.
Al final del día la educación híbrida tiene muchos más beneficios que complejidades. Logísticamente las clases híbridas traen muchos beneficios no solo a los alumnos, sino que a los establecimientos en general. La digitalización es un gran aporte para continuar mejorando el aprendizaje y toda información es mucho más fácil de analizar con el cruce de datos. Ese es solo el punto de partida de la Inteligencia Artificial y hoy es posible transformar la trayectoria de vida de los estudiantes gracias a ella.
Imagina las ventajas de poder visualizar y cruzar información sobre notas, asistencia, riesgo de reprobación, brechas de género y más. ¿Qué decisiones o medidas crees que puede tomar un profesor jefe al notar que cada vez que cierto alumno falta, siempre son los días lunes? ¿Y si un UTP (coordinador académico) notara la gran brecha de género que hay en una asignatura impartida por cierto profesor? ¿Tiene el mismo impacto actuar sobre un estudiante mientras baja desapercibidamente las notas, a que hacerlo a fin de año cuando ya reprobó el curso? La gestión y análisis de datos pueden ayudar a detectar a tiempo casos de repitencia por asistencia, bajas de notas, incluso casos de abuso o bullying.
